COHESIÓN FAMILIAR
De acuerdo con (Hernández et al., 2017) la cohesión familiar es una de las dimensiones centrales de la dinámica, entendida como los vínculos emocionales que los miembros de la familia tienen unos con otros y el grado de autonomía personal que experimentan, estos pueden llegar a ser medibles para fines específicos.
Las familias disfuncionales generaran actitudes y comportamientos negativos, afectando los niveles comunicacionales, y la satisfacción personal y familiar será percibida como desfavorable. Estos niveles altos y permanentes de insatisfacción familiar suelen afectar la personalidad de sus miembros, convirtiéndose dicha familia en un factor de riesgo para sus integrantes.
Los niveles de adaptabilidad se dividen en:
Rigida
Estructurada
Flexible
Caótica
La participación del trabajo en el hogar corresponde a todas y todos los integrantes de las familias. Cada uno puede contribuir con acciones que al final redundarán en un beneficio colectivo.
Esta colaboración tiene efectos muy beneficiosos al fomentar la empatía y respeto por los demás, puesto que se dan cuenta del trabajo que conlleva y aprenden a valorarlo, además de fomentar la responsabilidad. Muchos hijos cumplen de forma ocasional y circunscrito a ‘lo suyo: su habitación, su cama, pero apenas participan en tareas comunes (limpiar los platos, planchar, pasar la aspiradora). La familia es el agente de socialización más importante, la responsable de transmitir valores, normas y conductas. El hecho de asumir responsabilidades por parte del niño o la niña en las labores domésticas significa también enseñarle a cooperar por un bien común y a aprender el autocuidado y el cuidado de los demás.
Lo ideal sería comenzar por labores de autocuidado, como lavarse, hacer su cama u ordenar sus juguetes para, más adelante, implicarle en tareas ‘ comunes’. Para facilitar todo este proceso, podemos instaurar hábitos o rutinas en la realización de la tarea, ya que de este modo requerirá menos esfuerzo (al menos, conscientemente). Gracias a ello, pueden desarrollar un sentimiento mayor de pertenencia al grupo familiar, así como aumentar su autoestima por ser importantes y necesarios para que la familia funcione. El aprendizaje y el cambio es posible, pero exige una cierta dosis de constancia Hay una relación de interdependencia entre la implicación en estas tareas y las relaciones familiares.
Hoy en día los más jóvenes se caracterizan por pertenecer a la generación de los nativos digitales, esa parte de la población que nació después de la invención del internet. Es por eso que incorporar la tecnología a la educación aporta una serie de beneficios que ayudan a mejorar la eficiencia y la productividad en el aula, así como aumentar el interés de los niños y adolescentes en las actividades académicas. Internet y el acceso a dispositivos móviles cada vez más intuitivos han puesto un cambio de paradigma en el uso de la tecnología. Pero no hay que pensar que estos procesos son nuevos.
De hecho, la tecnología lleva varios años asistiendo a profesores y estudiantes en su trabajo diario. Sin embargo, ahora con internet y la tecnología móvil en auge se incorporan aún más elementos tecnológicos al entorno educativo. Pizarras interactivas, aulas virtuales y un sinfín de recursos electrónicos para llevar a cabo investigaciones o realizar trabajos escolares son algunas de las formas en las que la tecnología digital se ha integrado con las escuelas y universidades.
Además, las redes sociales y la Web 2.0 implica compartir puntos de vista y debatir sobre las ideas, lo que ayuda a que los niños y adolescentes desarrollen un pensamiento crítico en una época en la que sus cerebros se están desarrollando. Por otro lado, los profesores pueden beneficiarse mucho de los avances tecnológicos para hacer su trabajo más atractivo y para ser más eficientes. «Muchas actividades de las que forman parte de su rutina diaria se pueden optimizar con la ayuda de aplicaciones y dispositivos informáticos, permitiendo que puedan dedicar más tiempo a su propia formación, lo que a largo plazo no solo les beneficiará a ellos sino a sus estudiantes», explica el experto. Ciertamente, usar la tecnología en el entorno académico no es algo nuevo, sin embargo, la forma en la que dicha tecnología se utiliza ha cambiado mucho a lo largo de los años, permitiendo mayor flexibilidad, e ciencia y aprovechamiento de los recursos educativos y ofreciendo una formación de mayor calidad a los estudiantes.
-Silvia Tejada Y., Lorenzo Cevallos T., Ana Guamán T., Mauricio Sevilla A., Jorge Zambrano S. (2020). “Metodología Para el uso correcto del computador y las Nuevas Tecnologías”. Universidad de las Tunas. EDACUN.